Dos de la mañana navegando por internet,

intentado aprovechar un trial de photoshop

y los howto`s for dummies (vaya k da compasiòn)

kedo algo k se ve mas o menos asi:

Sin preámbulos ni búsquedas de miradas cautivas, comenzaré recordando el escalofrío que siento en la columna vertebral cada noche al estar calles cerca de mi casa; pensando y temiendo por ser víctima y partícipe de algún arma anónima de un individuo anónimo de una comunidad anónima, cuyo acto dentro de una realidad alterna se ve basado en hambre y estupefacientes. Si bien el ratero, el drogadicto, el gandalla como guiño de un sector marginado antes tenía nombre, apodo o cualquier que le daba esa identidad individual a luz de día y de noche, ahora por el crecimiento exponencial de esta bacteria -No porque explícitamente deba ser exterminada sino mas porque nadie esta exento de verse inmerso en dicha especie, víctima y participe- ha venido a dar paso al anonimato en el cual el gobierno lanza palabras no se si paternales o maternales reflejadas en porcentajes a la baja y estadísticas prometedoras, mientras busca la calma de sus conciencias -si es que las tienen- o alguna afortunada consigna popular.
Mientras me veo inmiscuido en esta oleada de violencia dirían los medios, me atrevo a afirmar que sino todos, al menos la mayoría de las gentes que deciden bajar salarios o subidos en porcentajes que mas que burlas son muestra de el poco criterio que la falta de hambre les ha dado, son esos mismos que dicen no a la legalización de las drogas porque como todo buen padre no quiere que el hijo enferme aun cuando ya a diario tiene brotes de pus y se ve enredado en una guerra donde no hay trincheras ni blanco fijo, ahí donde los fulanos se disputan con los menganos el control de lo que algún funcionario público con facha de padrote les otorga cual queso a ratas.
Lejos de conciencias o palabras que provoquen acciones, a esos expertos en tomar decisiones les deseo que nunca se les acalambre la espalda mientras les truenan las tripas de noche.

Volteo a ver el reloj, las 10:50.
Busco y después de buscar miro el reloj de nuevo,
casi las 10:51, una canción de fondo,
la simulación de mis letras frente mío,
el artificio en busca de mis artificios a mi derecha sin baterías,
dolor de oreja, entonces distorsión de vista,
simulación de ritmos, mala respuesta,
me busco en el vaivén de la cola de mi gato,
me encuentro, creo encontrarme,
las 10:55, aún perforando mis pulmones,
rezagos ajenos, mis oídos,
miedo mejor no veo, mis ojos,
polvo externo, recuerdo,
me equivoco, palpitan mis costillas,
voy inmóvil, me compongo,
hilos cruzando mis brazos,
invasión interna, mi espíritu pide voz,
ácido para mi boca crema para mis labios, volteo y leo,
mirada lejana, retina lastimada, desee fijo, mas veneno en
mis bolsillos, buscando camisas rojas y corbatas verdes,
atrás unos pasos atrás, vientos viejos vuelan aquí,
un pie adelante, equilibrio errado,
las 11:12, morbo y rescate,
deseos mezclados, recorrido circular,
deseos flotando en agua, un par de comas mas,
las 11 :50 mi cuerpo pide descanso.

Imposible deslindarme de tus colores
difcil negar tu existencia en mis declives
mucho menos en el viento que divierte a mis oídos
y que decir de la melódica arritmia de mis manos
que sin tus murmullos apenas a chasquido llega

Con un bum bum! el suelo tiembla
mientras yo te sigo imaginando a cada sacudida
y pienso si el amor tiene colores
si se descompone en partes
o al fin la suma en sus grises me enamora

Me decidí a tomar tu mano para girar,
quizas cogerte del pie y volar,
mi corazón a ritmo contra la esperanza como caricatura
morbo, pasión, desorden y un poco de amor?
La vida en espacios divididos, el
cuerpo segmentado como condominios
y la sonrisa mas placentera de mi lado.